![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCWZoqPRVCoWqoMjDqTmnuaO8eHXuNuwvx4GHzGcpdYEFQOW6WzS-OyPJrW-hcGHRdo0tDVyJYRFaa3zwRBSUALj1K6ZBVI4VVEGCjIxvxPvEuWuIq6wMI71xv-AhSLoztT5qUPGoxQj98/s200/yenny+2.jpg)
A la gente le interesa:
girar las agujas del reloj ,
girar solo en cuatro ruedas,
girar en la silla de una peluquería,
girar dinero en sus cuentas personales,
girar el gatillo de una pistola,
girar la cabeza para no ver al sufrido,
girar la razón para no ver la injusticia,
girar el dedo acusador,
girar las manos para golpear al otro,
girar la silla protocolar,
girar los ojos al enemigo,
girar la puerta en contra del vecino,
girar el cuerpo en contra del amor,
girar caricias por blasfemias,
girar
girar. girar
girar
y por ello andan mareados de odio.
girar las agujas del reloj ,
girar solo en cuatro ruedas,
girar en la silla de una peluquería,
girar dinero en sus cuentas personales,
girar el gatillo de una pistola,
girar la cabeza para no ver al sufrido,
girar la razón para no ver la injusticia,
girar el dedo acusador,
girar las manos para golpear al otro,
girar la silla protocolar,
girar los ojos al enemigo,
girar la puerta en contra del vecino,
girar el cuerpo en contra del amor,
girar caricias por blasfemias,
girar
girar. girar
girar
y por ello andan mareados de odio.
Como la cerámica, pinturas, escultura, llevando siempre la poesía por dentro de sus venas. Con gran disciplina autodidacta se convierte en un artista integral crítico y auto critico en su incomparable lengua expresa la poesía
A una nueva etapa de su vida el poeta y artista en honor a su esposa e hija obtiene el titulo de licenciado en educación mención desarrollo cultural.
Poema naturaleza muerto
Como naturaleza muerta he plasmado en tus labios la imperfección de tu alma
Desterrando la luna de encanto, culpo la sangre caliente que corre por mis venas
Con el instinto salvaje de fuertes pasiones que envenenan
No me importa el ayer ni hoy, como claroscuro sin retorno
Es el mañana quien decide adonde vamos
Y fue tu rostro pálido inerte en tu linda mortaja
Que estremeció mi locura
Me diste tu vida ….. ahora te doy mi muerte
Como naturaleza muerta he plasmado en tus labios la imperfección de tu alma
Desterrando la luna de encanto, culpo la sangre caliente que corre por mis venas
Con el instinto salvaje de fuertes pasiones que envenenan
No me importa el ayer ni hoy, como claroscuro sin retorno
Es el mañana quien decide adonde vamos
Y fue tu rostro pálido inerte en tu linda mortaja
Que estremeció mi locura
Me diste tu vida ….. ahora te doy mi muerte
El obstáculo.
Quise ver mas allá y no vi nada
me dio miedo quise ver sin miedo mas allá y logré ver algo
quise distinguir y lo hice.
Libertad.
Libertad ¿para quién?
para el que está libre en su propia cárcel
libertad para el sueño y para los que sueñan
libertad para la tierra y los que viven de sueños y de ella
libertad para el hombre que cree pasear libre
libertad para mí y para los que no callan
libertad para las palabras para los actos para los sentimientos y por su puesto
libertad para los libertadores de los pueblos del pensamiento.
Jorge F. Feijoo F.
“Péndulo”
El inmortal pasado se devuelve
y me condena nuevamente al recuerdo,
Tu imagen vuelve a mí
como las olas vuelven a la orilla,
refrescando el dolor o avivando la herida.
No se donde estas, solo tu lo sabes.
Con tu amor, con tu retoño,
Con tu mezquindad, con tus ganas.
Yo estoy perdido como quien anda
En busca de lo que no existe
Y nadie ha visto cosa alguna,
pero sabes que esta.
Sabes que estoy
Sabes que existo
Como existe todavía tu ternura,
Tu dolor en la ilusoria presencia.
Tu luz en las ventanas azules,
Tu vertical elegancia de acciones gentiles,
Tu nutrida proyección de ausencia.
El inmortal pasado se devuelve
y me condena nuevamente al recuerdo,
Tu imagen vuelve a mí
como las olas vuelven a la orilla,
refrescando el dolor o avivando la herida.
No se donde estas, solo tu lo sabes.
Con tu amor, con tu retoño,
Con tu mezquindad, con tus ganas.
Yo estoy perdido como quien anda
En busca de lo que no existe
Y nadie ha visto cosa alguna,
pero sabes que esta.
Sabes que estoy
Sabes que existo
Como existe todavía tu ternura,
Tu dolor en la ilusoria presencia.
Tu luz en las ventanas azules,
Tu vertical elegancia de acciones gentiles,
Tu nutrida proyección de ausencia.
Actriz y Poeta egresada de la Escuela Regional de Teatro y Compañía de Teatro del estado Cojedes. Ha participado en diverso eventos literarios e invitada consecuente a recitales, alternando con poetas de otros estados, entre ellos el Festival Mundial de Poesía. Ha dictado talleres de poesía, dirigido a los más ingenuos de los públicos en el afán de conquistar nueva militancia para la poesía contando con el auspicio de la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello”. En la actualidad trabaja con sus libros inéditos, guardando el momento para colocarlos en manos de todos.
Estoy dibujando paisaje que abraza el humo
Pleno de tus ojos
Quisiera mover la tarde a otro aire
Inmóvil el viento es triste
Respiro las paredes
Me colmas de tu tristeza en el inicio del invierno
Alexis Alegullar 1967; Escritor, Poeta, Dramaturgo, Ensayista, Facilitador de Teatro, Columnista, Productor de Radio y Televisión: Se ha hecho merecedor del premio “La Mano del Artista” Mención Literatura (Dirección de Cultura del Municipio Falcón- Alcaldía de Tinaquillo- Cojedes --2002), Condecorado por sus logros culturales con la “Orden Ciudad de Tinaquillo” en su primera clase (Alcaldía de Tinaquillo--2003), ha participado en obras teatrales, concursos literarios y festivales culturales… Ganador de Mención de Honor como finalista del Concurso Mundial de Poesías “CENTRO DE ESTUDIOS POETICOS” (MADRID- ESPAÑA)… Miembro del Comité organizador del Festival Estudiantil de Teatro "Doña Amalia Pérez Díaz (Tinaquillo - Cojedes)...
Pleno de tus ojos
Quisiera mover la tarde a otro aire
Inmóvil el viento es triste
Respiro las paredes
Me colmas de tu tristeza en el inicio del invierno
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRPvqAOQa805mql4oUOg3m9WNlNip0S2QHxY22W5HE5VGYnvW6lukObuRh1iYQurNcdxneFFTHd8lpusipi7bFr_atjnEep7Zl6gCS79zoprEfHa12DX9gxsdLV_UUFEocRbVDx_GHdmHe/s200/Alexis+Alegullar.jpg)
POEMA II
Regálame el tiempo Incompartido
Los besos que el viento se lleva
Los pensamientos perdidos que buscan un destino
Regálame las lágrimas que la brisa sacude
Las miradas descuidadas de tus ojos
Y los Buenos Días que no responden
Regálame las migajas del amor que sobra
La sutil caricia de tus manos que no cuentan
La melodía de tu voz que no oyen
Regálame todas estas cosas
Y otras que nadie necesita
Y me convertirás en el ser más afortunado de la vida.
Regálame el tiempo Incompartido
Los besos que el viento se lleva
Los pensamientos perdidos que buscan un destino
Regálame las lágrimas que la brisa sacude
Las miradas descuidadas de tus ojos
Y los Buenos Días que no responden
Regálame las migajas del amor que sobra
La sutil caricia de tus manos que no cuentan
La melodía de tu voz que no oyen
Regálame todas estas cosas
Y otras que nadie necesita
Y me convertirás en el ser más afortunado de la vida.
- Danilo Mauricio Robinson. Garcés, Nace en Caracas el 21 de Diciembre de 1983, Escritor Poeta y ensayista. Egresado de la Escuela Regional de Teatro del Estado Cojedes en el año 2001. Ha Publicado su trabajo poético en el diario la opinión (San Carlos Cojedes. Resulto ganador en el concurso de ensayos que promueve la Facultad de ciencias Económicas y sociales de la UC en el año 2002. Actualmente cursa el 9no semestre de Relaciones Industriales. Con Bosque de otoño se convirtió en uno de los ganadores del Certamen Mayor de las Letras y las artes que promueve el ministerio de la cultura.Participó en el primer Encuentro de Jóvenes Escritores de la Universidad de Carabobo 2003
Organizo el II Encuentro de Jóvenes Escritores de la Universidad de Carabobo 2004
Participo en el II encuentro de Jóvenes Escritores de la Universidad de Carabobo. 2005
Bautizó su Libro Bosque de otoño” en Cicuta, Colombia en el encuentro de escritores colombo Venezolano
Una parte de mí ha muerto
Mi cuerpo va en la tormenta
Y mi alma gira
Desaparece con los truenos
Se va como relámpagos
Sigue lloviendo aún
El agua corre por los arboles
Y en mi travesías por salir
Me he vuelto un tempano de hielo
***************************
Cuanto he amado el silencio
Aquella tarde había pájaros en el camino
Tu rostro esperaba por la lluvia
Dormías
Me embriagó tu labio
Y congelé mi pulso
¿Dónde estas amor puro?
Olga Yesenia García (San Carlos, 1985). Poeta, actriz y dramaturga egresada de la Escuela Regional de Teatro del Estado Cojedes “Simona de Castro”, ha participado como invitada en el I Encuentro de jóvenes escritores de la Universidad de Carabobo con el grupo literario “Litterae Ad Porta” (2003). Fue colaboradora en los talleres de creación literaria “Jugando con la Poesía” de la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello” durante el año 2005. Tiene inédito el poemario “Reposo del día”
Daciel Pérez, (Tinaco, 1986): Estudiante de contaduría Pública de la Universidad de Carabobo, escribe cuentos y ensayos cortos. Admirador de la obra Borgiana, es incansable colaborador de la Plataforma del Libro y la Lectura. Pertenece a la recien conformada directiva de la Red de Escritores en el Edo Cojedes. Posee, en narrativa, un libro inédito. He aquí una muestra de su trabajo:
AURIGA
¡Preparen! Ordenaba la agreste voz sobre los veinte, al tiempo que rompía con la pereza de la tarde. ¡Apunten! Veinte fúsiles se erguían señalando al hombre de espaldas al muro bermellón. ¡Fuego! Y veinte balas se desperdigaban al mismo tiempo, batiendo el cuerpo contra la tosquedad del suelo. Sólo el calor se cotejaba con tan detestable escena. El albor de la tarde se hizo más intenso y la sangre de aquel hombre se expandía vertiginosamente llegando hasta donde me encontraba extenuado.
Sin noción alguna me encontraba en este aborrecible lugar, olores almizclados y sulfurosos lo inundaban, así como escombros monumentales que se interponían en mi búsqueda de horizonte alguno, los gritos y sus ecos jugaban con mis oídos en un vaivén insoportable. El dolor fue copando lentamente cada célula de mi humanidad, las nauseas vaciaron mi estomago; la sangre seguía expandiéndose infinitamente y tras ella la oscuridad. Pronto la sangre se convirtió en cenizas y luego en polvo, a la oscuridad no se le escapó nada, cerré los ojos con la esperanza de despertar.
Seguía allí extenuado, en el esfuerzo de recordar el dolor transgredía mi cuerpo progresivamente, impidiéndome escapar de mi agnosia. La luz se hizo, sorprendiéndome exactamente en el mismo lugar donde presencie la grotesca escena, caminé a través de la inclemencia del calor con los pedregosos centinelas a mí alrededor. Miré mi reloj, eran las 3:15 p.m., ¿Por qué se me hacía familiar la hora? Algo sólido truncó mi andar, era el muro bermellón, intenté esquivarlo bordeándole, pero si me desplazaba tantos pasos hacía la derecha o la izquierda seguía encontrándome a la misma distancia como si no hubiese avanzado nada; pensé en saltar o escalar el mismo, intempestivamente el muro creció haciéndome sentir al tamaño de una nimia hormiga. Sin duda alguna era el fin del camino.
Al dar media vuelta veintiún seres de aspecto sepulcral emergían de la tierra, todos menos uno, fúsil al hombro; ¡Preparen! Ordenaba el de la agreste voz sobre los veinte de rostros putrefactos. ¡Apunten! Veinte fúsiles se erguían señalándome, mientras me retorcía internamente en una mueca de horror plantado sin poder moverme. ¡Fuego! Y veinte balas se desperdigaban al mismo tiempo batiendo mi cuerpo contra el tosco suelo. Mi sangre se expandió trayendo con ella la oscuridad, los gritos se hicieron presentes, el dolor no dejó cuartel.
La luz me sorprende nuevamente en el mismo lugar, el hostigamiento y el dolor son partes inexecrables de mí. ¿Qué me trajo a este sitio? En mi reloj son las 3:15 p.m. Tras un insufrible intento vienen a mí las palabras del Caronte cuando pagué con el óbolo correspondiente:
“Al cruzar las puertas _ me dijo_ te enfrentaras a tu infierno personal, un laberinto que sólo a través de la autoexpiación que proviene del recuerdo podrás encontrar salida”
Me es tan doloroso recordar, la conciencia me flagela sin tregua. Vuelven a emerger el muro bermellón y los veintiún seres, la agreste voz rompe el silencio, mi cuerpo vuelve a caer abatido sobre la tosquedad del suelo…
Mi cuerpo va en la tormenta
Y mi alma gira
Desaparece con los truenos
Se va como relámpagos
Sigue lloviendo aún
El agua corre por los arboles
Y en mi travesías por salir
Me he vuelto un tempano de hielo
***************************
Cuanto he amado el silencio
Aquella tarde había pájaros en el camino
Tu rostro esperaba por la lluvia
Dormías
Me embriagó tu labio
Y congelé mi pulso
¿Dónde estas amor puro?
Olga Yesenia García (San Carlos, 1985). Poeta, actriz y dramaturga egresada de la Escuela Regional de Teatro del Estado Cojedes “Simona de Castro”, ha participado como invitada en el I Encuentro de jóvenes escritores de la Universidad de Carabobo con el grupo literario “Litterae Ad Porta” (2003). Fue colaboradora en los talleres de creación literaria “Jugando con la Poesía” de la Casa Nacional de las Letras “Andrés Bello” durante el año 2005. Tiene inédito el poemario “Reposo del día”
Busco la época cuando tenia cinco años
Cuando mi padre habitaba la casa
Una familia de su propia nacionalidad
Mordemos la sombra del pasado
Con el perdón en las manos
Tendidas hacia los malos momentos
Hay hombres que desean tener 18
Con la misma experiencia de ahora
Y las mujeres 15 con la virginidad en los ojos
Huyendo del peligro de sus vientres
Cerramos los ojos y nos hacemos viejos
La vida es una agenda, un capricho
Donde al final todos dormimos
En el letargo del destino
En ese lugar oscuro sin salida
Rogando que sea un mal sueño
Y la fosa es la cama que aguarda
El recuerdo y polvo de los cuerpos.
Cuando mi padre habitaba la casa
Una familia de su propia nacionalidad
Mordemos la sombra del pasado
Con el perdón en las manos
Tendidas hacia los malos momentos
Hay hombres que desean tener 18
Con la misma experiencia de ahora
Y las mujeres 15 con la virginidad en los ojos
Huyendo del peligro de sus vientres
Cerramos los ojos y nos hacemos viejos
La vida es una agenda, un capricho
Donde al final todos dormimos
En el letargo del destino
En ese lugar oscuro sin salida
Rogando que sea un mal sueño
Y la fosa es la cama que aguarda
El recuerdo y polvo de los cuerpos.
AURIGA
¡Preparen! Ordenaba la agreste voz sobre los veinte, al tiempo que rompía con la pereza de la tarde. ¡Apunten! Veinte fúsiles se erguían señalando al hombre de espaldas al muro bermellón. ¡Fuego! Y veinte balas se desperdigaban al mismo tiempo, batiendo el cuerpo contra la tosquedad del suelo. Sólo el calor se cotejaba con tan detestable escena. El albor de la tarde se hizo más intenso y la sangre de aquel hombre se expandía vertiginosamente llegando hasta donde me encontraba extenuado.
Sin noción alguna me encontraba en este aborrecible lugar, olores almizclados y sulfurosos lo inundaban, así como escombros monumentales que se interponían en mi búsqueda de horizonte alguno, los gritos y sus ecos jugaban con mis oídos en un vaivén insoportable. El dolor fue copando lentamente cada célula de mi humanidad, las nauseas vaciaron mi estomago; la sangre seguía expandiéndose infinitamente y tras ella la oscuridad. Pronto la sangre se convirtió en cenizas y luego en polvo, a la oscuridad no se le escapó nada, cerré los ojos con la esperanza de despertar.
Seguía allí extenuado, en el esfuerzo de recordar el dolor transgredía mi cuerpo progresivamente, impidiéndome escapar de mi agnosia. La luz se hizo, sorprendiéndome exactamente en el mismo lugar donde presencie la grotesca escena, caminé a través de la inclemencia del calor con los pedregosos centinelas a mí alrededor. Miré mi reloj, eran las 3:15 p.m., ¿Por qué se me hacía familiar la hora? Algo sólido truncó mi andar, era el muro bermellón, intenté esquivarlo bordeándole, pero si me desplazaba tantos pasos hacía la derecha o la izquierda seguía encontrándome a la misma distancia como si no hubiese avanzado nada; pensé en saltar o escalar el mismo, intempestivamente el muro creció haciéndome sentir al tamaño de una nimia hormiga. Sin duda alguna era el fin del camino.
Al dar media vuelta veintiún seres de aspecto sepulcral emergían de la tierra, todos menos uno, fúsil al hombro; ¡Preparen! Ordenaba el de la agreste voz sobre los veinte de rostros putrefactos. ¡Apunten! Veinte fúsiles se erguían señalándome, mientras me retorcía internamente en una mueca de horror plantado sin poder moverme. ¡Fuego! Y veinte balas se desperdigaban al mismo tiempo batiendo mi cuerpo contra el tosco suelo. Mi sangre se expandió trayendo con ella la oscuridad, los gritos se hicieron presentes, el dolor no dejó cuartel.
La luz me sorprende nuevamente en el mismo lugar, el hostigamiento y el dolor son partes inexecrables de mí. ¿Qué me trajo a este sitio? En mi reloj son las 3:15 p.m. Tras un insufrible intento vienen a mí las palabras del Caronte cuando pagué con el óbolo correspondiente:
“Al cruzar las puertas _ me dijo_ te enfrentaras a tu infierno personal, un laberinto que sólo a través de la autoexpiación que proviene del recuerdo podrás encontrar salida”
Me es tan doloroso recordar, la conciencia me flagela sin tregua. Vuelven a emerger el muro bermellón y los veintiún seres, la agreste voz rompe el silencio, mi cuerpo vuelve a caer abatido sobre la tosquedad del suelo…